Es indudable que Google se ha convertido en el megabuscador más usado por los internautas. Ofrece todo lo que uno quiera buscar, con opciones de lo más variopintas: mapas, imágenes, textos de contenido científico y diversas herramientas, casi inimaginables hasta hace apenas unos cuantos años. La duda es si todo lo que encontramos es válido como información, si podemos confiar en su selección. En otras palabras, queda en manos de cada usuario evaluar la fiabilidad de los contenidos, y decidir si usar el buscador como fuente de conocimiento.
Desde que la red empezó a llenarse de contenidos, muchos han sido los esfuerzos por organizarlos y facilitar el acceso por parte de diferentes motores de búsqueda. Indudablemente, de todos los que han existido hasta la fecha, Google es el que se ha alzado como líder indiscutible muy por delante de los demás buscadores.
Está claro que Google nos ayuda a encontrar información alojada en la web, donde quiera que esté, pero fiarnos de ella o no, es un proceso que debemos de hacer nosotros mismos, contrastar la información que nos ofrece el buscador, ir a las fuentes originales. En definitiva, Google podría no ser una fuente creadora de conocimiento en sí misma, sino un organizador de éste, pero no todos los usuarios se lo plantean.
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Confiar en las primeras búsquedas, no ir a la fuente original, no procesar la información obtenida.
14 opiniones argumentadas
- Guillermo Silva
- guitarrista, escritor, lector, deportista, budista
- Miguel Angel Rodriguez Muñoz
- consultor experto en innovación y tecnología
- Yoani Sánchez
- Filóloga y amante de la tecnología