En relación a la decisión ¿Utilizar Google como fuente de conocimiento? esta es una opinión de José Lázaro

No

• José Lázaro
• Profesor de Humanidades Médicas, UAM. Escritor.

Esta es mi opinión de experto

Hay unos célebres versos de T.S. Elliot que dicen: “Where is the wisdom we have lost in knowledge? Where is the knowledge we have lost in information?” La información puede asfixiar el conocimiento igual que el conocimiento puede asfixiar la sabiduría.
Esta preciosa fórmula de Elliot da por supuesto que el conocimiento es algo elaborado a partir de la información y que desarrollamos la sabiduría sobre la base del conocimiento, igual que elaboramos un plato exquisito a partir de unos buenos ingredientes y lo incorporamos a nuestro organismo a través de una buena digestión. Pero si los ingredientes son malos el plato en lugar de deleitarnos nos intoxica y si son excesivos nos indigesta.
El problema que plantean Google y otros muchos buscadores genéricos de información es que son como un enorme basurero en el que se ocultan piedras preciosas, tan difíciles de encontrar como una aguja en un pajar. Para el que tenga un desarrollado sentido crítico y una buena capacidad de discriminación estos buscadores poco selectivos pueden servir como punto de partida. Pero la persona que no conozca bien el tema en el que se mueve puede ser fácilmente desorientada y engañada por una catarata de información heterogénea de muy distinta calidad.
Cuanta menor sea la competencia que tenemos en el ámbito sobre el que buscamos información mayor es la necesidad de evitar buscadores generales y acudir a los selectivos: bases de datos elaboradas por expertos, libros de prestigio, revistas y editoriales con rigurosos procesos de selección, opiniones profesionales... Si tenemos la suficiente sabiduría y conocimiento para distinguir nosotros mismos la información de calidad, la banal y la disparatada, podemos hacerlo. En el caso contrario es preferible acudir a fuentes de información previamente seleccionada; de lo contrario nos perderemos en el caos de datos heteróclitos y confusos que nos inundan por todas partes y en lugar de adquirir conocimiento (para avanzar hacia la sabiduría) nos hundiremos en el desconcierto (y avanzaremos hacia la tontería).