En relación a la decisión Como jefe, ¿ser proactivo y fomentar la iniciativa de los trabajadores? esta es una opinión de Enrique de Mora

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Esta es la opinión del experto

La creatividad es el proceso por el que se crean ideas o enfoques nuevos, pero si ésta no se convierte en realidad no hay innovación. Empresas como Apple, Google o Camper son creativas, tienen una cultura que tiende hacia el cambio e innovación.

Enrique de Mora puntualiza que creatividad e imaginación no son la misma cosa. Mientras que la imaginación es la capacidad de la mente de representar imágenes de cosas reales o ideales, la creatividad es la facultad de crear, de generar nuevas formas de realizar las cosas. Todos poseemos esta capacidad y además se puede aprender y desarrollar. Y somos nosotros los que tenemos que decidir a ejercerla.
 
De Mora apoyándose en Graham Wells enumera las 4 etapas en las que se descompone la creatividad:

  •  Preparación: recopilar a través de la observación, lectura, viajes, conversaciones...
  • Incubación: fase de análisis y procesamiento de la información.
  • Iluminación: Cuando se hace luz en nuestra mente. Suele producirse en momentos de distensión.
  • Verificación: Evaluación de la utilidad de la idea o enfoque.

 
Este autor nos recuerda una frase de Enstein que reza así: «la creatividad es más poderosa que el conocimiento».
 
Señala como en toda persona convive un impulso creativo y uno no creativo. Un ejemplo actual de persona creativa sería Ferran Adriá que pasó de chef creativo a empresario creativo que maneja muy hábilmente la gestión de expectativas.
 
Cabría así mismo preguntarse que relación existe entre creatividad e innovación. Como veíamos anteriormente la creatividad es aquel proceso por el cual se generan ideas nuevas, pero sólo hay innovación cuando una idea creativa llega a buen puerto. Si no se convierte en realidad no es innovación.
 
Empresas como Apple, Google o Camper son creativas, tienen una cultura que tiende hacia el cambio e innovación. Tienen en común que:

  • Elevada orientación hacia el cliente.
  • Fomentan el trabajo en equipo
  • Estimulan y retan a los empleados aprovechando su creatividad en beneficio de la innovación.
  • Recompensan los desempeños superiores.

 
 Sin embargo apunta este autor que en la mayoría de empresas el «cementerio de ideas» está a rebosar con epitafios como: «es un cambio demasiado radical», «si fuese tan bueno ya lo hubiese intentado alguien»... La alta tasa de mortalidad de las ideas a menudo tiene más a ver con la forma de «moverlas» que con su calidad.
 
Finalmente siguiendo a John Hunt, da algunas claves:

  • Dejar fluir las ideas.
  • Para que surja una nueva idea conviene rodearse de personas que piensen diferente.
  • Invitar a los jóvenes a las reuniones en las que se deciden cosas importantes.
  • No cuente con la lógica (al principio).
  • Si la idea es buena empieza a moverse y todos reclaman su propiedad parcial. No pasa nada, al ser una idea compartida tiene más padres y más madres, lo que agrega más gasolina al proyecto.
  • Las ideas responden bien a un tiempo límite.
  • Cambiar el espacio físico. Si tiene buenas vistas y un horizonte lejano, tendrá ideas menos cortoplacistas.
  • ¡Ojo con las votaciones en bloque! Pueden acabar con días de puro trabajo por pura «política».

 

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