Cuando nos plantearnos si hipotecarnos o no, el alquiler es siempre una buena alternativa. Vivir donde queramos durante un período determinado. Mejorar nuestra vivienda o adaptarla a las circunstancias. Libertades que los lazos de la propiedad no nos permiten.
Al hipotecarnos, apostamos nuestro futuro a una carta, y mantenernos en la partida exige un compromiso importante e interminable. Sin embargo, es indiscutible que "mi casa" es una de las sensaciones más gratas y por las que más merece luchar en nuestra vida.
La decisión valora qué es mejor: si comprar o alquilar la vivienda. Hasta ahora siempre se dijo aquello de que alquilar era "tirar el dinero". Y casi todos comprábamos casa, o sea, lo hacía el banco por nosotros.
¿No se tira también el dinero pagando al banco enormes intereses durante 30 años? En realidad nos estábamos entrampando de por vida, como la crisis ha venido a demostrar. Un proceso, el de la dependencia del banco (verdadero dueño y señor de nuestro piso), que está acabando en el drama de los desahucios. Hubo un tiempo en que valía lo mismo pagar la cuota mensual de una hipoteca que un alquiler. ¿Se tiraba el dinero al alquilar? Hoy nos parece más discutible que nunca. ¿O no se tira también el dinero pagando al banco durante 30 años los enormes intereses que nos exige para financiar la compra de un piso?
Alquilar un piso es hoy más que nunca la opción más inteligente. Hay mucha vivienda en el mercado que no se vende; ha pasado a estar en alquiler; y en consecuencia, los pecios han bajado. Y es que alquilar casa tiene muchas ventajas.
- RentabilidadLas cifras demuestran que, cuando se compara comprar o alquilar, para estancias de corto y medio plazo (de 0 a 10 años) el alquiler el más rentable. A partir de periodos más largos la balanza se inclina a favor de la compra en aquellos casos en los que se financia un 80% de la inversión con hipoteca.
- Disponibilidad de dineroDesde un punto de vista de economía doméstica, vivir de alquiler representa una oportunidad de controlar con precisión cuanto dinero hay que destinar a vivienda. Para empezar, la variación de la renta del alquiler es más previsible y más regular que la de una hipoteca. Además, los gastos de conservación y reparaciones, así como impuestos locales, cuota de comunidad y seguro de la vivienda suelen correr por cuenta del propietario, por lo que es otra cantidad que el inquilino evitará.
- Capacidad de respuestaOtra ventaja de vivir de alquiler es que el inquilino podrá abandonar la vivienda con mayor facilidad que la que tendría alguien que haya comprado, si esta no cumple con sus expectativas (vicios ocultos, vecinos molestos...) Además el propietario de la vivienda siempre es responsable de los daños de la vivienda así como de las gestiones ante la comunidad de propietarios.
- Tener movilidadCuando es necesario trasladarse por motivos de trabajo, el alquiler es una opción ágil y flexible.Es cierto que, en algunos casos, la resolución de un contrato de alquiler puede ser complicada si no se ha cumplido una anualidad completa, pero siempre será más sencillo que tener que vender la vivienda ante la necesidad de un traslado urgente.
Pero, como todo en la vida, alquilar un piso también tiene desventajas:
- El piso nunca llegará a ser nuestro pese a pagar todos los meses, y por muchos años que estemos viviendo en esa casa.
- Estamos obligados a mantener una relación permanente con el dueño del inmueble, nuestro casero.
- El alquiler sube cada año, en función del IPC. No obstante, esto puede cambiar; la reforma de la ley de Arrendamientos que ha anunciado el Ministerio de Fomento propone que la actualización del precio lo pacten casero e inquilino.
- Finalizado el contrato y las prórrogas, el casero puede decidir dejar de alquilar el piso. Es libre de hacerlo. Tendríamos que abandonar la vivienda y buscar otra.
- Para hacer reformas en el piso o para pintarlo necesitamos el permiso del dueño. Además, ese dinero que invirtamos en mejorar la casa lo perdemos el día en que la abandonamos.
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- Falta de dinero para poder alquilar.
- El miedo a pensar que no se podrá hacer frente a la hipoteca.
- No querer anclarse en un espacio, barrio o ciudad.
- Pensar que alquilar es tirar el dinero.
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Una de las consecuencias de alquilar un piso es asumir el compromiso de pagar cada mes el alquiler y los gastos derivados.Vivir de la manera que me gusta, sin tener que negociarlo todo con mis padres o mis compañeros de piso.
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Tener capacidad financiera para hacerse cargo del pago del alquiler o buscar otras alternativas como compartir el espacio.Buscar información seria sobre la situación del inmueble y de la empresa que lo gestiona.Conocer las características del inmueble (instalaciones o electrodomésticos).
4 opiniones argumentadas
- Sara Cruz Martinez de Arenzana
- Propietaria de dos pisos en Barcelona
- Borja Mateo
- Licenciado en Derecho Económico
- Antonio Martín Morín
- Content Manager Ahorro.net
- Marta Caballé
- Inquilina