La prestación contributiva por desempleo es una de las pocas coberturas económicas que ofrece el Estado español a quien cumple una serie de requisitos. Si es nuestro caso podemos calcular su importe, pues será nuestro principal ingreso durante la situación de desempleo. Una de las consecuencias más importantes que tiene el desempleo es la alteración de nuestra situación económica por la pérdida de ingresos que supone el cese de nuestra actividad laboral. Es fundamental rediseñar nuestro presupuesto mensual y en el tendrá una importancia vital el que será nuestro ingreso principal, que es la prestación contributiva por desempleo.
El importe de la prestación contributiva que nos corresponda durante nuestra situación de desempleo es una de las variables fundamentales a la hora de calcular nuestros ingresos mensuales y diseñar un nuevo presupuesto que se adapte a las circunstancias económicas de nuestra nueva situación laboral. El importe de dicha prestación depende de varios factores y el acceso a ella de varios requisitos. La mayoría de los expertos coinciden en señalar que una buena previsión económica facilita la estabilidad de nuestra economía durante el período del desempleo.
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La falta de previsión de la pérdida del puesto de trabajo y el desconocimiento sobre las distintas variables que conforman la fórmula para el cálculo del importe de la prestación contributiva pueden entorpecer el diseño de un presupuesto mensual para el período de duración del desempleo. Conocer el importe que nos corresponde, el período durante el que nos corresponde y las variaciones en las cantidades que nos corresponde, facilitara la rediseño de nuestro presupuesto mensual.
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El desconocimiento de su importe, de los requisitos para aspirar a ella, de su duración o de la forma de cobrarlo, nos impedirá tener una perspectiva clara de nuestra situación y nos creara una incertidumbre de efectos negativos.
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Informarse sobre los requisitos exigidos para acceder a la prestación, calcular el importe que nos corresponde en función a esos requisitos, la duración de dicha prestación y decidir cómo la vamos a administrar. Tener en cuenta las experiencias de otras personas en situaciones similares que hayan pasado por esta misma circunstancia. Decidir, finalmente, qué es lo más adecuado teniendo en cuenta las particularidades de cada situación.
Josep M. Diez Isern 