Caminar es uno de los ejercicios más saludables que se pueden realizar. Nos reporta numerosos beneficios para nuestra salud, sin importar la edad. Nuestro organismo nos lo agradece y siempre es más agradable hacerlo en una zona de montaña que en una urbana.
Este entorno montañoso, aunque puede tener más dificultad debido a las irregularidades del terreno, permite que, cada persona a su ritmo -según su estado físico-, disfrute de un ejercicio saludable al tiempo que de un paisaje natural.
Deambular o caminar es la actividad física más natural y que lleva haciendo el ser humano desde hace miles de años. Es una actividad física cardiovascular que puede realizarse a cualquier edad, desde que se empieza a caminar con unos pocos años hasta el final de nuestros días. Este tipo de actividad física reporta numerosos beneficios, como cualquier otro tipo de ejercicio aeróbico. Pero si además lo hacemos por montañas, el contacto con la naturaleza, el desnivel de ruta a realizar y la dificultad del recorrido puede condicionar la caminata. Por tanto, ¿este tipo de ejercicio ayudará a mantener la forma física? ¿Tal vez la mejoremos? ¿Será excesivo este estímulo de ejercicio o tal vez insuficiente? ¿Cualquier persona puede realizarlo?
-
A algunas personas caminar por la montaña les produce temor o piensan que pueden sufrir un accidente, o que el camino será demasiado duro y no están suficientemente entrenados como para hacerlo.
-
Tomar la decisión de caminar por la montaña para mantener nuestra salud, puede llevarnos a conocer lugares nuevos, hacer un tipo de turismo diferente, pero sobretodo, nos puede llevar a aprender a disfrutar del deporte en la naturaleza.
Podemos también tomar la decisión de no caminar por la montaña, entonces nos quedarán muchas opciones para escoger si lo que queremos es realmente cuidar de nuestra salud. -
Es importante conocer la ruta por donde ir a través de mapas geográficos y llevar brújula. Para estar bien agarrados al suelo y evitar caídas y lesiones, el calzado tendrá que ser el adecuado en función del terreno por donde vayamos. El andar por montaña no implica subir por caminos estrechos con pendientes muy pronunciadas o andar por crestas, o bajar por laderas peligrosas. Andar por la montaña puede ser subir y bajar zonas de baja o media montaña sin que corra riesgo la integridad de la persona. Por tanto, en función de la condición física de la persona se elegirá la ruta por donde caminar.
2 opiniones argumentadas
- Carol Ewing Garber
- Actividad física y ciencias del deporte
- José Luis Maté Muñoz
- Doctor en Actividad Física y Salud