
La mayoría de las decisiones se toman velozmente, más por intuición y emotividad que por raciocinio. Lo normal es dedicarles más tiempo cuando implican consecuencias de por vida. Nuestras decisiones siempre tienen consecuencias.
Por eso es necesario estar mejor informados. Las emociones, intuiciones y deseos no son necesariamente un obstáculo para decidir bien, pero hay que equilibrarlos a base de conocimiento y reflexión.
5 opiniones argumentadas
Sí

-
Marta Prieto Asiron
- Consultora a directivos empresa 22 años
Sí, porque para poder razonar correctamente, debemos controlar nuestras emociones y la intensidad de las mismas, especialmente las negativas que pueden ofuscarnos y nublar un juicio lúcido y equilibrado. Sin embargo, las emociones juegan un papel esencial en un razonamiento correcto.
Experto
Sí

-
Victoria Camps Cervera
- Catedrática de Ética
Sí, aunque la cultura clásica separaba lo racional de lo emocional, hoy la psicología, la neurociencia y la filosofía reconocen las importantes relaciones que hay en cada persona entre su mundo de las emociones y el de su raciocinio.
Experto
No

-
William K. Clifford
- Filosofo y Matemático
No, Clifford separa claramente los datos que apoyan la verdad de una creencia, de las emociones, deseos e intereses que, según él, la distorsionan.
Experto