Mucha gente se ha vuelto consciente de la importancia de controlar el peso e intentan seguir una dieta sana para vivir mejor. La primera medida que se solía tomar hasta hace poco era limitar al máximo el consumo de grasas. Hoy, se ha extendido la idea de que hay un cierto tipo de grasas perjudiciales y otras que son muy importantes para que nuestro cuerpo funcione bien.
Una dieta pobre en grasa tiene unos efectos directos e indirectos que probablemente no beneficien o perjudiquen a todas las personas por igual.
Muchos nutricionistas insiten en que para controlar el peso lo importante es tener en cuenta las calorías y no tanto si los alimentos son pobres en grasa o no. Si la atención se centra en las grasas, se deberá tener en cuenta tantos los efectos de las 'buenas' como el de las 'malas'.
2 opiniones argumentadas
- Luis González Feria
- Neurólogo y Neuocirujano. Catedrático de Neurocirugía
- Walter Willet
- Profesor de Epidemiología y Nutrición en Harvard
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