El debate sobre la guerra justa es muy antiguo; sobre la pena de muerte, muy actual. Muchos consideran natural la llamada "ley del Talión": que quien comete una acción violenta contra otro, sufra el mismo castigo. Piensan que el temor a la pena de muerte disuadirá a posibles criminales y hará disminuir el número de delitos. Cada época arroja una luz nueva sobre esta cuestión, que emerge siempre en la conciencia de la sociedad y de las personas cuando se enfrentan al dilema de dar muerte a otro ser humano aunque sea por una causa que consideran justa.
El derecho a la vida es uno de los principios más universales, y por tanto muchos consideran que matar a un ser humano no puede estar justificado en ningún caso. El artículo tercero de la Declaración Universal de Derechos Humanos comienza así: "Todo individuo tiene derecho a la vida..." ¿Qué sucede entonces con este derecho en casos excepcionales como son las épocas de guerra o cuando se trata de pararles los pies a asesinos sin escrúpulos que no vacilarán un segundo a la hora de eliminar a sus enemigos? La decisión consiste en apoyar, o no, el recurso a la pena de muerte en determinados casos.
4 opiniones argumentadas
- Manuel Montesinos
- Profesional del mundo del marketing, casado, hijos,siempre en pie
- José Lázaro
- Profesor de Humanidades Médicas, UAM. Escritor.