Parece que a medida que envejecemos, la memoria va perdiendo facultades y las lagunas se hacen frecuentes. Pero los ancianos no son los únicos que sufren olvidos inoportunos. Mucha gente experimenta este fenómeno en épocas de estrés, cuando están muy preocupados o, simplemente, tras una mala noche.
Algunos creen que una 'memoria frágil' es una consecuencia inevitable de la edad, o algo genético, y que el intento de frenar su deterioro es perder el tiempo. Otros la ejercitan con juegos de palabras o aritméticos. La cuestión es si además del entretenimiento, obtienen un beneficio real sobre los distintos tipos de memoria.
La memoria es una capacidad mental del ser humano que le permite recuperar imágenes y datos de eventos pasados. Pero no sólo eso, la memoria también conforma quién somos y cómo somos. Y hay distintos tipos de memoria: de largo plazo, reciente, sensorial...
La memoria nos ayuda a ejercer como personas que han crecido en un determinado contexto, con una determinada educación… y nos ayuda a reconocernos a nosotros mismos. Perder la memoria es uno de los temores más extendidos en las personas ancianas.
No son pocas las películas que han basado su argumento en episodios de amnesia. Parece que ejercitar la memoria está de moda, juegos, crucigramas, aplicaciones para el móvil… pero ¿es realmente necesario ejercitar la memoria?
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Desconocer la posibilidad de ejercitar la memoria, no tener en cuenta las consecuencias positivas y negativas de hacerlo o no.
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Preocuparnos por nuestra memoria y querer protegerla es sinónimo de preocuparnos por nosotros mismos y por nuestra salud mental.
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Asesorarse sobre las posibilidades de ejercitar la memoria, preguntar a personas que ya hayan tomado la decisión y puedan orientarnos.
4 opiniones argumentadas
- marjhorith hernandez lopez
- marjhorith hernandez lopez eztudiante
- Miriam Ehrenberg
- Psicología clínica