A lo largo de la vida tratamos con diversidad de personas en los distinos ámbitos en los que nos movemos. Uno de ellos es el trabajo, donde nos encontramos con compañeros y empleados de distinto perfil. No todos somos iguales ni actuamos de la misma manera.
Cuando se quiere implantar en la empresa una política colaborativa, a veces no basta con que el líder lo diga: dependiendo de la actitud de cada persona, el mensaje calará más o menos hondo. Lo mejor es dar ejemplo de colaboración y promulgar iniciativas tendentes a facilitarla.
¿Pensar que las personas van a colaborar si se lo pedimos insistentemente?
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