Controlar los niveles de rendimiento y productividad de los empleados probablemente sea aconsejable para el buen funcionamiento de una empresa. No obstante, dependerá de ésta y de su actividad concreta, decidir en qué forma y cada cuánto tiempo resulta conveniente o pesado controlar este tema.
Hay veces que los métodos de control se convierten en sí mismos en el mayor obstáculo para la eficacia o la fluidez del trabajo. Ciertos trabajadores pueden percibir el celo excesivo en su seguimiento como una forma de decir que no hacen bien su trabajo o que no son dignos de confianza.
Es importante que el seguimiento del desempeño de los trabajadores se perciba por ellos como un impulso o control necesario de su trabajo para beneficio de todos y no como una amenaza o constante puesta en duda de sus capacidades.
2 opiniones argumentadas
- Miguel Fdez-Rañada de la Gándara
- Alto directivo multinacionales con 20 años de experiencia
- Julio Pérez-Tomé Román
- Consultor Innovación, Social Media, Marketing y Comunicación