A la hora de hablar sobre la Sociedad del Bienestar debemos preguntarnos si realmente somos conscientes de lo que el término significa: su alcande y consecuencias prácticas en nuetras vidas. Desde conocer con claridad lo qué Sociedad — o Estado— del Bienestar significa, cuáles son sus distintos modelos, qué ambitos de nuestra socioeconomía comprende, cómo se financia, qué es lo que le podemos exigir...hasta dónde están sus límites, conceptual y financieramente hablando.
¿Podemos realmente opinar sobre el futuro de nuestra Sociedad de Bienestar sin antes conocer de una forma racional y fundamentada en hechos objetivos todo lo concerniente a esta?
Ampliamente hablando, en la actualidad, la sociedad del Bienestar esta constituída por:
- El sistema sanitario
- El sistema educativo
- El sistema de pensiones
- El sistema judicial
- y el resto de prestaciones sociales.
Llegar a dónde ha llegado ha supuesto grandes transformaciones tanto sociales como económico-administrativas.
Los Estados, hasta llegar a su forma actual, comienzan a crecer mediante el impulso doble de la legislación y la protección social, legitimándose con el auxilio político de los desprotegidos y desfavorecidos por la carrera competitiva que se inicia en los orígenes de la sociedad moderna.
Otto Von Bismarck inicia en 1884 un sistema de protección social, de educación para todos. De ahí se derivó a un sistema competitivo en el que el estado controla la situación, pero hay una serie de entidades que compiten entre sí para satisfacer las necesidades sociales o sanitarias. Sesenta años más tarde, Lord Beveridge, tras la IIGM construye un sistema monolítico de Seguridad Social, donde el Estado provee a toda la sociedad de beneficios sociales y sanitarios desde “la cuna a la sepultura”.
Surgen así dos modelos contrapuestos con consecuencias en la definición de los sistemas de Estado de Bienestar:
- Un modelo con control del Estado pero con entidades competitivas.
- Un modelo exclusivamente manejado por el Estado.
Opiniones argumentadas
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