El estrés no tiene por qué ser perjudicial. Hasta ciertos extremos nos puede ayudar a dinamizar nuestra actividad provocando un incremento de atención, memoria, etc., que aumente nuestra productividad. Sin embargo, cuando el estrés es muy intenso o se alarga mucho en el tiempo, los recursos se agotan, llega el cansancio y menor rendimiento.
El estrés intenso y prolongado afecta nuestro rendimento e incluso a nuestra salud, y por ello nos preguntamos si debemos esforzarnos en controlarlo, pero sin perder de vista sus ventajas a la hora de rendir profesionalmente.
4 opiniones argumentadas
- Mary Hartley
- Autora especializada en estrés y comunicación interpersonal
- Alberto Guzmán
- Psicólogo clínico