Algunas situaciones de presión y estrés empujan a los jefes a gritar a sus empleados. Esta forma de imponerse autoritaria, prescinde de la opinión de los interlocutores y recurre a la coacción, dejando claro quien manda.
La estrategia autoritaria de poder es válida en ocasiones puntuales de emergencia extrema, desastres o guerras; pero en la vida familiar, empresarial y social en general, está demostrado que tiene muchos defectos y no es la mejor manera de ejercer el poder.
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3 opiniones argumentadas
No
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Miguel Mira Prieto-Moreno - Marketing y Comunicación
Gritar no es nunca un buen recurso para comunicarse con los empleados. Pueden darse situaciones excepcionales o extremas en las que un grito pueda ayudar a desatascar un problema, pero como norma general gritar a los empleados no es nunca una buena opción para conseguir algo de ellos. VER VIDEO
Experto
No
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Rafael Mira Prieto-Moreno
- Emprendimiento y conocimiento
Nunca se debe gritar a los empleados, aunque solo sea por razones de utilitarismo. Si lo que queremos al comunicar es conseguir algo de las otras personas, con el grito obtendremos justo lo contrario, ya que la violencia verbal bloquea y pone a a la defensiva a nuestros interlocutores. VER VIDEO
Experto
No
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Leticia Soberón
- Doctora en comunicación social - redes
Cuando un jefe tiene que recurrir a algo tan primitivo como el grito es porque carece de "auctoritas", es decir, de la capacidad o fuerza moral suficiente como para liderar un proyecto. Cuando el jefe goza de "auctoritas" y ésta se percibe por sus empleados no tendrá que recurrir al grito. VER VIDEO
Experto
