Una medida que podemos adoptar para ahorrar durante el desempleo es mudarnos y compartir vivienda con nuestra pareja. Es una decisión delicada porque no sólo depende de nuestra voluntad o necesidad. Además influyen aspectos emocionales y las consecuencias pueden ser de gran trascendencia.
Tal vez sea importante valorar si eso será positivo para nosotros o si en realidad, resultará algo precipitado o negativo para nuestro futuro como pareja.
A estos efectos, es importante decidir la persona o personas con las que sería posible convivir compartiendo gastos y entre estas destaca por su importancia nuestra pareja sentimental.
No obstante a la hora de considerar la opción de nuestra pareja debemos valorar distintos factores para no menoscabar nuestra relación perjudicando uno de nuestros principales apoyos durante el desempleo.
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En primer lugar, deberemos determinar si nuestra relación está lo suficientemente madura para plantearse esa posibilidad.
Tener en cuenta la situación de la pareja y procurar prever su postura ante ese paso.
Sopesar si conviene mantener y ampliar el compromiso.
Tener en cuenta la situación laboral y personal de nuestra pareja.
Prever los riesgos que la convivencia diaria tiene sobre la pareja, sobre todo en situaciones emocionalmente delicadas como es el desempleo. -
Dependiendo de la actitud, voluntad, necesidad y situación emocional de cada uno de los miembros de la pareja, esta medida de carácter eminentemente económica puede tener efectos positivos o adversos en nuestra relación de pareja y favorecer o perjudicar uno de los apoyos emocionales más importantes para asumir y superar la situación de desempleo.
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Establecer un diálogo con la pareja para aclarar la voluntad de cada uno.
Tantear la situación personal, laboral y económica de nuestra pareja y sus posibilidades para compartir su residencia.
Valorar si mudarnos a una nueva residencia o convivir en alguna de las que ya disfrutamos.
Tener en cuenta las experiencias de otras personas que hayan pasado por la toma de esta misma decisión.
Decidir hasta qué punto estamos dispuestos a modificar nuestras vidas y rutinas.
3 opiniones argumentadas
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Araceli Hernáiz Monreal - Especialista en Terapia Cognitivo-Conductual
