Estar ocupado a todas horas es algo mucho más frecuente que dedicarle varios minutos al día a no hacer nada de forma consciente. Casi siempre que no estamos dormidos nuestra mente está ocupada en algo, y cuando se cansa de pensar o recordar, siempre hay a mano un teléfono, ordenador, videojuego o televisión para seguir en marcha. No hacer nada puede que para muchos sea lo mismo que holgazanear, pero también puede entenderse como una técnica, muy sencilla, de combatir los síntomas del estrés.
La tecnología y el ritmo de vida moderno hace que todo ocurra muy rápido a nuestro alrededor. Salvo durante las horas de sueño, siempre hay algún estímulo interno o externo que impide a nuestra mente estar en ‘reposo’, y al mismo tiempo despierta. Hace, por ejemplo, 100 años aburrirse era algo normal y probablemente hasta saludable, aunque por aquel entonces nadie lo hubiera considerado así.
4 opiniones argumentadas
- Miguel Angel Rodriguez Muñoz
- Experto en Talento y Transformación digital.
- Andy Puddicombe
- Cofundador de Headscape y experto en mindfulness