¿Sentirme culpable de lo que hicieron mis antepasados?

¿Se hereda la culpa y la responsabilidad o, por el contrario, se debe aceptar sin más el pasado, sea el que sea, porque no existíamos? ¿hasta qué punto tienen que ver con nosotros y nos obligan a algo aquellos hechos que en el pasado cometieron nuestros padres?

Frenos habituales

Consecuencias importantes

Cómo llevarlo a cabo

• La protección entre los miembros de la familia, los resentimientos o la forma en que nos ha sido transmitida la historia son algunos de los elementos que nos impiden observar con imparcialidad la historia de nuestros antepasados y familiares. Que no hubiéramos nacido cuando sucedieron no nos exime de un examen y una reflexión sobre ellos.

• Aceptar el pasado es siempre un paso para solidificar la convivencia presente. Y para abrir puentes al diálogo y el entendimiento allí donde no los hay. Pero también es un ejercicio que nos reconcilia con nosotros mismos.

• Revisar la historia desde nuevos prismas y conocer cómo otros interpretan esa misma historia, esos mismos hechos, nos ampliará la perspectiva y nos dará un nuevo horizonte desde el que entender el pasado e interpretar el presente.