
En cualquier puesto de trabajo es importante definir las funciones asignadas y casi siempre es bueno marcar unos objetivos que sirvan de motivación y a su vez de referencia a los propios interesados. Es probable que estas metas sean mucho más fáciles de definir en departamentos como el comercial, en el que todo gira alrededor de las ventas. Sin embargo, otras funciones dentro de una empresa (por ejemplo, tareas administrativas) son casi imposibles de cuantificar y su importancia reside más en la calidad y eficacia del trabajo que en la cuantía.
Unos objetivos claros pueden facilitar mucho la tarea de cualquier trabajador. Además, podrá reconocer rápidamete hasta que punto está haciendo bien o mal la tarea asignada y tomarlos como un reto a conseguir.