En realidad casi nunca se nos ha enseñado a pensar. Nuestros pensamientos suelen ir por sí solos, por caminos espontáneos, y lo normal es que terminemos recorriendo siempre los mismos circuitos, llegando a las mismas conclusiones de siempre. Por ello la decisión sería la de incorporar otros modos de pensar, enfocar los problemas desde otros ángulos, para enriquecer nuestro pensamiento y por ello nuestra vida. Un objetivo de la educación debería ser enseñarnos a pensar, y también a explorar distintos modos de enfocar los asuntos de la vida.
En general tendemos a repetir rutinas que nos dan seguridad, pero que también nos encierran en modos rígidos de ver las cosas. Nunca está de más entonces ensayar una mayor flexibilidad mental, oír personas que piensan distinto, incorporar preguntas interesantes, para adquirir nuevas perspectivas.
5 opiniones argumentadas
- Daniel H. Pink
- Escritor
- Edward De Bono
- Doctor en Psicología
- Franc Tangerino
- Nada, no es importante. Soy Español