Ejercer presión emocional sobre los trabajadores de una empresa para lograr objetivos, no parece ser una buena estrategia: mientras algunas personas responden bien cuando se las presiona, otras se bloquean y se sienten humilladas.
La presión no garantiza el rendimiento, mientras que la motivación, generalmente, sí lo hace. Por ello, motivar parece más razonable que presionar para alcanzar las metas marcadas y rendir en el ámbito laboral.
6 opiniones argumentadas
No
- Julio Pérez-Tomé Román
- Consultor Innovación, Social Media, Marketing y Comunicación
El término "presión" se identifica con una amenaza que coarta la libertad de la que debemos gozar a la hora de trabajar y es negativa para el clima laboral. Existe un tipo de "presion sana" que podemos identificar más con la motivacion y que resulta muy positiva en las organizaciones. VER VIDEO
Experto
No
- Leticia Soberón
- Psicóloga
La presión emocional sobre los trabajadores no es aconsejable en casi ningún caso -salvo alguna circunstancia en la que una persona se sienta bloqueada y necesite un fuerte empujón-, ya que la presión emocional genera una desazón y un descontento que la hacen, en poco tiempo, insostenible. VER VÍDEO
Experto
No
- Miguel Fdez-Rañada de la Gándara
- Alto directivo multinacionales con 20 años de experiencia
La excesiva presión emocional "bloquea" a muchas personas, consigue lo contrario de lo que en pincipio se persigue. La emoción en positivo es estupenda, crea energía y motiva la creatividad. La emoción negativa suele ser más paralizante que efectiva, cara a conseguir resultados.
Experto