¿Prevenir la obesidad con la actividad física moderada?

La obesidad podría definirse como una enfermedad caracterizada por el exceso de grasa corporal. Además, se considera un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, osteoartritis, ictus y algunos tipos de cáncer.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), considera que “La obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, y cada año mueren, como mínimo, 2,6 millones de personas a causa de la obesidad o sobrepeso. Aunque anteriormente se consideraba un problema confinado a los países de altos ingresos, en la actualidad la obesidad también es prevalente en los países de ingresos bajos y medianos” (6 de junio 2011).
 
Muchos expertos consideran que la prevención de la obesidad pasa por reducir la ingesta calórica y realizar un mayor gasto energético, siendo la actividad física la herramienta para conseguir este propósito.
Especialistas en el campo realizan la prevención de la obesidad en población infantil y juvenil, buscando esa reducción de la ingesta calórica y aumento de los niveles de actividad física, pudiendo no ser el método más adecuado para niños y niñas en período de crecimiento según otros expertos.

Frenos habituales

Consecuencias importantes

Cómo llevarlo a cabo

• Prevenir la obesidad supone llevar un estilo de vida saludable, dónde la actividad física y los hábitos alimenticios se consideran fundamentales. El problema está en que actualmente los estilos de vida son sedentarios y las dietas muchas veces tienen un exceso de grasas, provocando que muchas personas tengan inconvenientes para cambiar sus hábitos de conducta.

• La obesidad es una enfermedad que puede desencadenar patologías asociadas. Será importante prevenirla tendiendo a llevar estilos de vida activos, dónde la actividad física moderada forme parte de los hábitos frecuentes en la persona.
  Además una dieta saludable, con reducción en el consumo de grasas puede ser fundamental para conseguir llegar a un balance energético equilibrado y evitar un exceso de grasa corporal.

• La prevención de la obesidad deberá llevarse a cabo desde la edad infantil.
  La realización de actividad física extraescolar de 2 a 3 horas a la semana reducirá el exceso de grasa, mejorando la composición corporal y las ganancias de masa muscular y de masa ósea.
  En personas adultas sanas, seguir las recomendaciones de actividad física moderada realizada de forma regular (5 días por semana), con una duración mínima de unos 30 minutos por día, puede ser adecuado para la prevención de la obesidad.
  Será importante además, mantener unos hábitos alimenticios saludables. La dieta mediterránea puede ser la más recomendada para la prevención de la obesidad.